China y EE.UU. intensificaron el martes su guerra comercial, después de que Pekín sumó productos estadounidenses valorados en USD 60.000 millones a los bienes sujetos a aranceles de importación en represalia por los gravámenes propuestos por el presidente Donald Trump.
Las medidas marcan una nueva escalada en una disputa comercial cada vez más prolongada entre las dos economías más grandes del mundo.
La declaración del Ministerio de Comercio chino se produjo después de que Trump anunciara aranceles del 10% sobre las importaciones desde China por un valor de USD 200.000 millones, y amenazara con tarifas sobre otros bienes valuados en USD 267.000 millones si China tomaba represalias.
“China se ve obligada a responder al unilateralismo y al proteccionismo comercial de Estados Unidos, y no tiene más remedio que responder con sus propios aranceles”, dijo el martes el Ministerio de Finanzas en un comunicado en su sitio web.
Pekín impondrá gravámenes sobre 5.207 productos de Estados Unidos, que van desde gas natural licuado a ciertas aeronaves, así como cacao en polvo y vegetales congelados. Entre 5 y 10%, en lugar de tasas previamente propuestas de 5, 10, 20 y 25%, sostuvo la cartera. Los aranceles de ambos países entran en vigencia el 24 de septiembre.
Hasta el momento, EE. UU. Ha impuesto tarifas sobre bienes chinos por valor de USD 50.000 millones para presionar a Pekín a que reduzca su enorme superávit comercial con Washington y haga cambios radicales en sus sistemas de comercio, transferencia de tecnología y políticas de subsidios industriales.
En tanto, China ha impuesto afectivamente o amenazado con imponer aranceles sobre bienes estadounidenses valuados en USD 110.000 millones, que representan la mayoría de sus importaciones de productos provenientes de Estados Unidos.
Trump advirtió el lunes que, si China tomaba medidas de represalia contra los agricultores o las industrias estadounidenses, “inmediatamente buscaremos la fase tres, que son aranceles sobre importaciones adicionales por aproximadamente USD 267.000 millones”.
Pero el martes, el mandatario abrió la puerta para negociar con China y poner fin a la guerra comercial. Trump sostuvo que su país siempre está abierto al dialogo.
Los más recientes aranceles estadounidenses afectan a los relojes inteligentes de Apple y Fitbit y otros productos de consumo como asientos infantiles para automóviles. Pero si Washington pone en marcha las tarifas adicionales, pasaría a quedar afectado el resto de las importaciones estadounidenses desde China, entre ellas las de iPhone.
China está revisando los planes para enviar una delegación a Washington para nuevas conversaciones ante la acción de EE. UU., informó el martes South China Morning Post, citando una fuente del gobierno de Pekín.
El secretario de Comercio de EE. UU., Wilbur Ross, dijo el martes que depende de China tomar acciones para sostener las negociaciones comerciales bilaterales: “Así que el tema de si sostendremos una discusión, crucialmente, depende de ellos”, dijo Ross en una entrevista con la cadena de televisión CNBC.
Smartwatch producto que se vería afectado.
Iran sanctions: Rouhani defiant as US re-imposes measures. To read more click world-news-network.com