Quito solía ser una ciudad tranquila, llena de vida y de color, no era común escuchar muchos casos de secuestros, desapariciones, asaltos y mucho menos asesinatos. Desde enero de 2019 la preocupación de la ciudadanía ha aumentado a medida que salir se ha vuelo muy inseguro. Cada día leemos titulares que escandalizan en la prensa, somos vulnerables en la calles de nuestra ciudad ante los ojos de las autoridades.
El dia de ayer 22 de Abril evidenciamos un nuevo intento de secuestro a una joven mujer que abordo un taxi para irse a su hogar. En horas de la noche tomó una unidad a quien le pidió que tome una ruta, cuando a la altura de la Av. Galo Plaza Lasso el chofer se desvió sin dar explicación alguna. La situación le causo un ataque de pánico y lo único que pudo es intentar ahorcarlo con el cinturón de seguridad; el hombre automáticamente detuvo el vehículo y ella huyo desesperadamente. Con lágrimas es sus ojos pidió auxilio pero lamentablemente nadie acudió en su ayuda.
Las preguntas son: ¿Qué pasa con la seguridad? ¿Por qué los ciudadanos no reaccionan ante un semejante en apuros?
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